martes, 4 de mayo de 2010

los únicos ojos que he visto
más bonitos que los tuyos
fueron los de una gitana
de diecisiete años y morena
que me encontré en el barrio de Lavapiés
vendiendo pulseras que ella misma hacía
a las casi siete de la mañana
mientras el sol salía por el Museo del Prado
con una botella de tinto a medio tomar.