miércoles, 7 de abril de 2010


Estefanía tiene los ojos grandes y profundos. Negros. Es alta y delgada. De piernas largas y brazos ligeros. Cuando ríe no quiero que se acabe el mundo. Y cuando llora porque sabe que tiene que morir me dan ganas de hacer que todo esto fuera para siempre. (Pensamientos completamente opuestos a los que tengo cuando estoy solo o con cualquier otra persona).

Cuando habla mis oidos no escuchan más que sus palabras, aunque aveces no logro conectarlas todas por prestarle toda mi atención a su boca: ni muy carnosa ni muy delgada: totalmente justa.

Estefanía tambien tiene un diente que no es suyo porque cuando era niña se cayó jugando a las escondidas y nadie estaba ahí para agarrarla. Nadie sabe esto, me dijo un día señalando al diente impostor, te lo digo a ti porque se lo tengo que contar a alguien.

Cuando camina pone un pie frente a otro con una facilidad que domina mis sentidos y que me hace no perder de vista sus caderas. Su cabello es negro y su piel blanca. Sus ojos son de color negro. Grandes y profundos.

Me gusta mucho verlos dilatados.